sábado, abril 12, 2014

4 (cuatro).




Estas son las últimas líneas que escribo para ti.
Muchas cosas tienen límites en la vida y he decidido que este sea el límite de mi amor por ti.
Ya te acaricié, ya te besé, ya te viví, ya te sufrí, ya te lloré. Ya no más.

El amor propio también debe ser ponderado, el respeto por mí ser también cuenta.
Mi alma debe seguir adelante, hay muchas personas en el mundo, hay mil sensaciones por vivir.
Mañana quizás te haya olvidado, y si acaso vienes a mi mente, espero tu recuerdo pase de largo.

Te agradezco una sola cosa: que involuntariamente me hayas devuelto el don de la escritura.
Por ti he vuelto a descubrir el amor por escribir, por salir de mi pecho y reflejarme en un papel.
Un amor por otro.

Ojalá la vida te dé justamente lo que mereces, ni más ni menos, solo pido justicia para ti.
Yo ya he recibido el mejor obsequio: que el odio acumulado se disolviera y poder ver nueva luz.

Ahora es el turno de regresar a la vida tanta belleza y amor que me da.

Te quiero así.



Te quiero así,
con un amor sereno y simple,
casi infantil, casi paternal,
con una entrega profunda y sincera,
con una ternura musical.

Te quiero así, sin presionarte más,
sin manipularte ni lastimarte,
sin esperar nada a cambio,
con la fantasía del enamorado,
con la entrega de los amorosos.

Te quiero así, estés o no estés,
de cerca y de lejos,
con tu olvido y tu recuerdo,
con mis lágrimas y tu adiós.
Así te quiero.

sábado, febrero 08, 2014

Enamorarse de una mujer así y no regresar jamás.


"...No te enamores de una mujer que lee, de una mujer que siente demasiado, de una mujer que escribe... No te enamores de una mujer culta, maga, delirante, loca. No te enamores de una mujer que piensa, que sabe lo que sabe y además sabe volar; una mujer segura de sí misma. No te enamores de una mujer que se ríe o llora haciendo el amor, que sabe convertir en espíritu su carne; y mucho menos de una que ame la poesía (esas son las más peligrosas), o que se quede media hora contemplando una pintura y no sepa vivir sin la música. No te enamores de una mujer a la que le interese la política y que sea rebelde y sienta un inmenso horror por las injusticias. Una que no le guste para nada ver televisión. Ni de una mujer que es bella sin importar las características de su cara y de su cuerpo. No te enamores de una mujer intensa, lúdica, lúcida e irreverente. No quieras enamorarte de una mujer así. Porque cuando te enamoras de una mujer como esa, se quede ella contigo o no, te ame ella o no, de ella, de una mujer así, jamas se regresa...".

Martha Rivera Garrido.
Poeta dominicana.

viernes, enero 10, 2014

Quiero...


Quiero regalarte una flor a ti que aún permaneces viva en el dolor de mi alma.
Quiero ir hasta donde estás para verte por última vez y ayudar a que mis fantasmas encuentren paz.
Quiero empezar una nueva historia a partir del olvido que me dejaste como recuerdo.
Quiero que los rescoldos del amor que te dediqué ardan por una nueva mujer.
Quiero que la llama de una nueva pasión queme las caricias que tatuaste en mi piel.
Quiero huir de mí para encontrarme en otros y quizás así dejarte en el pasado para siempre.

miércoles, enero 01, 2014

Olvídame tú.


Es un nuevo año, con él viene mi (no tan decidido) propósito porque olvides mis besos, las travesuras a oscuras y todo el amor que te di... es mejor que lo intentes tú... porque tras tantas heridas en forma de recuerdos yo ya no puedo olvidar el pasado juntos.

domingo, diciembre 22, 2013

Aguanta corazón.



Lo peor del amor cuando termina son las habitaciones ventiladas, el puré de reproches con sardina, las golondrinas muertas en la almohada, lo malo del después son los despojos que escayolan el humo de los sueños, los teléfonos que hablan con los ojos, el sístole sin diástole, ni dueño. Lo peor de todo es regresar a casa, para ahogar la locura en vanidades, condenar a la hoguera los archivos, lo atroz de la pasión es cuando pasa, cuando al punto final de los finales no le siguen dos puntos suspensivos...
Joaquín Sabina.

viernes, mayo 24, 2013

Y usted, ¿qué hace con su soledad?

urso
Y usted, ¿qué hace con su soledad?
Mire, la pregunta es importante porque la soledad significa estar acompañado sólo con uno mismo, es decir, ¿qué tanto le gusta o le desagrada estar con usted?, ¿qué tan útiles o provechosos son los instantes y el tiempo que se dedica?, ¿cómo se la pasa en su propia compañía? No precipite su respuesta, medítela un poco.
¿Sabía usted que hay personas que odian la soledad?, hay individuos que necesitan con urgencia alejarse de sí mismos porque tienen miedo a la responsabilidad de hacerse cargo de su persona, se bloquea su mente cuando tratan de reflexionar sobre su pasado, presente y futuro. Este tipo de personas prefieren refugiarse en los demás; quizás con empatía comparten y viven los problemas y alegrías de los demás y los hacen participes de las que le son propias, de alguna manera necesitan la opinión y aprobación de los demás.
Por otra parte, hay quien vive la soledad de manera distinta: lee, escucha, medita, reflexiona, habla “solo”, escribe, pasea, canta… en pocas palabras, la pasa bien a solas, incluso se podría decir que la gusta y considera saludable una momentánea estancia en los recovecos  de su mente y sus sentimientos. Estas personas creen que la soledad, en dosis correctas, les permite alejarse un poco del entorno, tomar la justa perspectiva de las cosas, encontrarse con su humanidad y hallar plenitud y satisfacción en quiénes son.
Pero con independencia de la postura que usted adopte frente a la soledad, permítame decirle mi opinión. En lo personal, creo que la soledad permite “verse desde afuera”, sin que ello implique tomarse demasiado en serio y agarrarle cariño a la conmiseración que a veces sentimos por nosotros mismos. Pienso que la soledad no es ni buena ni mala, pero debe irse de puntillas cuando está cerca, con algo de cuidado porque una dosis excesiva es perjudicial, puede alejar de los seres amados, puede sepultar en la distancia del olvido.
Creo que puede y debe entenderse el valor de la soledad, pero este es un ejercicio exclusivamente personal. A veces se puede confundir a la soledad con los sentimientos, pero tenga usted cuidado ya que esto puede conducir a la frustración. La soledad no es amor, odio, compasión, felicidad, tristeza o algún otro sentimiento, la soledad es la oportunidad de vivir todos estos sentimientos, o ninguno. El valor de la soledad y de los sentimientos que experimenta a solas depende de usted. Tenga usted cuidado con el uso que le da a la soledad, puede ser una amante fiel o ingrata.
Pero volvamos a la pregunta inicial, ¿qué hace usted con la soledad?, ¿le gusta, le harta, le desespera, le importa poco?
Cualquiera que sea su respuesta, ¿es usted consciente de lo que significa?, recuerde que uno es responsable de sí mismo, usted el dueño de su destino y el responsable de dirigir, en lo posible, el rumbo de su vida, y en esto la soledad lo puede ayudar, dándole sentido, pertinencia, prudencia y la correcta medida de sus decisiones. Al final tenga en cuenta que, lo que haga o deshaga en su paso por este mundo le acompañará por siempre, y en los momentos de soledad vendrá en forma de recuerdos y usted estará a gusto o a disgusto con sus decisiones, las cuales fueron producto de sus pensamientos y acciones.
¿Usted que opina de todo esto?
Quizás en algún momento podamos conversar al respecto y descubrir el rostro que tiene la soledad de cada quién.
Por último, quiero decirle que para estar en soledad bastan unos momentos como los que usted dedicó a reflexionar sobre lo que aquí escribí. En realidad me pregunto si usted estuvo solo porque yo siento que estuve con usted, ¿no sintió igual?, ahora sí… hasta la próxima.

jueves, junio 14, 2012

Campos minados y amores perfectos

Encontrar el amor perfecto es como caminar por un campo minado o ir a luchar a la guerra sin un arma: una estupidez.

El amor perfecto es una enfermedad terrible y una contradicción propia de la vida.

La enfermedad nos vuelve ciegos, pues generalmente idealizamos a la pareja, dejamos de ver sus defectos y casi casi le levantamos un altar.



Además, perdemos la cabeza por estar pensando en nuestra "media naranja", sin mencionar las "mariposas en el estómago" ni el hecho de que, generalmente, el amor nos lleva a la cama...



Si la relación termina, la enfermedad se recrudece, ya que primero nos entristecemos y en casos graves, nos deprimimos y los enfermos críticos sienten deseos de morir.



Si la relación no termina, entonces nos enfrentamos a la triste realidad de ver los defectos de la pareja y de despertar durante un tiempo considerable, a un lado de la misma persona... todos los días.



La contradicción propia del amor es creer que en sí mismo nos brindara felicidad, pensar que todo lo podrá, que todo lo vencerá.

Cruel mentira y terrible realidad, ya que si no somos felices con nuestra vida misma, el amor no nos traerá felicidad, sino que nos engañará (nos engañaremos) y al final seremos infelices, incapaces de nada y vencidos en la guerra de la vida.

Hay que manejar con cuidado al amor, evitar que restrinja nuestra libertad, que limite nuestra capacidad de decisión... que nos provoque dilemas, dudas e indecisiones, lo cual a la larga provocará la propia muerte del amor, a manos de la espontáneidad fracasada.



Si no hay plena conciencia de que tanto el amor como la felicidad son una forma de vida que nos acompaña y que requiere de nuestra aportación diaria a través de la confianza, el tiempo y la dedicación, nos veremos desilusionados, sometidos por el amor (o por nosotros mismos) que como las granadas en el campo de batalla, nos explotará llevándose consigo pedazos de corazón y romperá las ilusiones de felicidad y pasión. Y al final nos preguntaremos, ¿en qué fallé?, ¿quién fue el culpable?



No estas deprimido, estas distraido

Marcianitos

Usa protector solar...